La influencia del pensamiento de Descartes y Newton con su concepción mecanicista, negando la existencia de todo lo que no puede ser medido y cuantificado, si bien ha propiciado el maravilloso desarrollo tecnológico, también nos ha limitado a una concepción mecánica y desarticulada de la Naturaleza. Anteriormente, al igual que todas las civilizaciones del planeta, nuestra cultura había concebido al ser humano vinculado en una relación viva con la naturaleza. Hasta el punto de que las enfermedades eran entendidas como producto de un desequilibrio entre el individuo y su entorno. Por lo tanto, el enfoque pertinente de la medicina era por lo con siguiente, el de intentar restituir ese equilibrio natural.